¿El empresario que arriesga y crea empleo para cientos de familias?

¿El sindicalista que lucha por los derechos y la igualdad de los trabajadores?

¿Ambos, porque desde su perspectiva buscan un mismo objetivo: mejorar las condiciones laborales?

¿O ninguno, porque lo que importa son sus acciones, no sus títulos?

Un empresario como Amancio Ortega, fundador de Inditex, ha desarrollado una empresa que no solo genera miles de empleos (165.000 personas de 182 nacionalidades en 60 países), sino que también reinvierte en la sociedad, como sus donaciones millonarias. ¿Es esto menos sindicalista que un discurso reivindicativo?

Por otro lado, un sindicalista convencido como Marcelino Camacho, fundador de Comisiones Obreras, dedicó su vida a defender derechos laborales, consiguiendo avances históricos para los trabajadores españoles. ¿Es menos valioso su papel porque no creaba empleo directamente?

Quizás esta pregunta no tenga una respuesta única, pero invita a reflexionar cómo la sociedad nos polariza y nos empuja a tomar partido, cuando lo importante son los hechos y no el cargo.

La clave está en las acciones: generar empleo, luchar por la igualdad o ambas cosas son formas de contribuir a una sociedad mejor.

💬 Ahora te pregunto: tú, desde tu experiencia, ¿quién crees que es más sindicalista? 🤔