¡Hola a todos los campeones del ahorro y los que le sacan el dedo al despilfarro! Soy Álvaro Navarrete, el Ahorro Adicto, y hoy vengo con un temita que nos debería sonar la campana a todos: ¡el despilfarro de comida!

Primero, os dejo con unos datos que quizá os sorprendan. En nuestro país, desperdiciamos unos 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. ¡Sí, has leído bien, millones! Y esto no solo ocurre en la comodidad de nuestros hogares. Cuando salimos a cenar y dejamos la mitad de las patatas bravas en el plato porque ya estamos llenos o porque simplemente no nos apetece más, también estamos contribuyendo a este problema. Y no hablemos de cuando pedimos ese postre gigante que sabíamos que no nos íbamos a terminar, pero era tan apetecible en la foto…

Si pudiéramos hacer un viaje en el tiempo y hablar con nuestros abuelos, quienes vivieron épocas de escasez y hambre, probablemente recibiríamos una reprimenda de esas que duelen. Y con razón. ¿Os imagináis lo que pensarían al ver la comida que desperdiciamos día tras día?

Pero bueno, no estamos aquí solo para regañarnos, sino para buscar soluciones y cambiar esas cifras. Así que, tras este toquecito de atención, vamos a lo práctico: ¿cómo podemos evitar tirar comida en casa y en nuestros días de restaurante?

1. Haz una lista antes de ir a comprar.
Ejemplo: Si sabes que tienes tomates en casa, no compres más. La lista te ayuda a comprar lo que realmente necesitas.

2. Planea tus comidas.
Ejemplo: Si el martes sabes que vas a comer lentejas, el miércoles puedes planear una ensalada con lo que sobre.

3. Conserva adecuadamente.
Ejemplo: Las frutas y verduras tienen su lugar ideal en la nevera. Informarte puede prolongar su vida útil.

4. Controla las fechas de caducidad.
Ejemplo: Si un yogur está a punto de caducar, ¡haz un smoothie!

5. Utiliza el congelador.
Ejemplo: Si has cocinado demasiado, divide las porciones y congela para otra ocasión.

6. Haz un inventario de tu despensa.
Ejemplo: Cada semana revisa lo que tienes y piensa cómo puedes usarlo. Esa lata de atún olvidada puede ser una deliciosa ensalada.

7. Usa todo lo que compres.
Ejemplo: ¿Sabías que las hojas de zanahoria se pueden usar para hacer pesto? ¡Investiga y aprovecha!

8. Sé creativo con las sobras.
Ejemplo: El arroz del día anterior puede ser el ingrediente principal de un wok delicioso.

9. Comparte lo que no vas a usar.
Ejemplo: Si compraste demasiadas manzanas y sabes que no las usarás, dáselas a un vecino o amigo.

10. Participa en iniciativas contra el despilfarro.
Ejemplo: Apúntate a aplicaciones como «Too Good To Go» para aprovechar comida de restaurantes y tiendas.

Y lo más importante, educa y comparte con familiares y amigos sobre la importancia de no desperdiciar. Al final, reducir el desperdicio de comida es una combinación de organización, creatividad y consciencia.

Hasta la próxima, mis valientes del ahorro. Recordad que con cada acción, por pequeña que sea, estamos marcando una diferencia. ¡No dejemos que la comida termine en la basura! ¡Ciao! 🥦🍇🥖🍲🎉