Una cafetera exprés, como su nombre indica, debe ser capaz de hacer café en un momento. Para conocer la rapidez de cada modelo, cronometramos el tiempo que tarda, a partir del encendido, en calentarse y sacar una primera taza y una segunda taza a continuación. Por término medio, la operación dura un minuto y medio: 70 segundos para el primer café y 20 para el segundo.

El funcionamiento de una cafetera exprés es sencillo: una resistencia eléctrica calienta el agua que una bomba inyecta a presión en la cazoleta que contiene el café, preferentemente molido muy fino. Produce en pocos segundos una infusión de sabor intenso, mucho cuerpo y una corona de crema.

Las cafeteras de cápsulas son la variante última de las cafeteras exprés: Son aparatos muy similares, y producen un tipo de café equiparable, pero estas cafeteras, en vez de ir equipadas con una cazoleta metálica rellenable usa cápsulas de café desechables. Las tienes sólo de café (típica Nespresso) o bien las llamadas multibebidas que igual te hacen un  café que un té o un chocolate.