Para climas húmedos y fríos

Aunque buena parte de nuestra geografía se beneficia de un clima cálido y soleado la mayor parte del año, en algunas zonas del norte y de la costa la humedad puede impedir que la ropa se seque rápido y bien. Por otro lado, hay personas mayores y discapacitadas para quienes una tarea tan sencilla como tender la ropa puede suponerles un verdadero reto. Para unos y para otros una secadora resulta un electrodoméstico de lo más apropiado.

¿De evacuación o de condensación?

Las secadoras aspiran el aire de la habitación donde se instalan y lo calientan para inyectarlo dentro de un tambor donde gira la colada. Según cómo expulsen la humedad extraída de la ropa, se distinguen dos tipos: de evacuación, que sacan la humedad directamente al exterior a través de un tubo; y de condensación, que recogen el vapor de agua en un depósito interno.

Son preferibles las secadoras de evacuación. Por tres motivos: suele ser más baratas; consumen un poco menos de electricidad; y no hay que estar pendiente de un perfecto sellado del aparato. Eso sí, necesitará instalarlas en un tendedero, de modo que el tubo de evacuación del aire húmedo tenga una salida directa al exterior.

Existen dos tipos de secadoras de evacuación: electrónicas y mecánicas. Las primeras son más fáciles de utilizar ya que determinan la temperatura y la duración del secado según los resultados deseados: colada lista para planchar, muy seca, ultra seca…

Otra alternativa diferente son las lava-secadoras, que aúnan en un único electrodoméstico estas dos funciones. Ahorran una buena cantidad de espacio, pero son caras y no secan de una sola vez toda la colada lavada.

Basta con 6-7 kg de capacidad

A continuación, unos consejos básicos.

  • Da igual por dónde salga el tubo de evacuación (por los lados, por debajo o por detrás del aparato). Su eficacia a la hora de expulsar el aire húmedo no depende en modo alguno de este aspecto.
  • En aquellos modelos en los que es posible invertir el sentido de la apertura de la puerta, el paso de la colada de la lavadora a la secadora deja de ser una pesada molestia (siempre que estén juntas, claro).
  • El selector de temperatura es una función muy útil: permite incrementar o reducir el calor según el tipo de ropa que se vaya a secar; por ejemplo, es preferible bajar un poco la temperatura cuando se maneja ropa delicada.
  • El temporizador es otra forma de controlar el secado: puede graduarlo para que la colada salga húmeda y se planche luego más fácilmente.
  • La señal acústica que señala la finalización del ciclo resulta interesante para aquellas personas que quieran realizar un segundo programa de secado.
  • Otra opción muy práctica es el indicador de limpieza del filtro antipelusas. De lo contrario habrá que limpiarlo después de cada uso.
  • La mayoría de los modelos incluyen un ciclo especial antiarrugas. Sin embargo, tal y como revelan nuestros análisis, el resultado dista bastante del deseado.
  • Una secadora con una capacidad de 5 kilos es más que suficiente para una familia de cuatro miembros.

50 euros al año sólo en electricidad

Las secadoras de evacuación suelen ser más baratas que las de condensación; aún así, el precio medio es de 315,00 euros. Un precio que oscila mucho en función del establecimiento de compra: según nuestro estudio, los comercios más baratos para comprar una secadora son los hipermercados y las grandes superficies especializadas; mientras que si lo que busca es una amplia variedad de modelos, el sitio ideal es una tienda de electrodomésticos.

Pero el precio de compra no es el único criterio a tener en cuenta. Este aparato, como cualquier otro que necesite calentar algo (en este caso, aire), consume una considerable cantidad de electricidad. El coste anual, usándolo cuatro veces a la semana, ronda los 50 euros; y eso si es una secadora con clase energética A, la más ahorrativa.