Si haces uno al día, escoje la etiqueta energética A.

¿Blanco o inox? ¿de 45 ó de 60 cm. de ancho? ¿De 9 ó de 14 servicios? ¿Me interesa que sea de bajo consumo? ¿Y el ruido?

Elija un lavavajillas con etiqueta energética de clase A+++. Tienen un consumo reducido de electricidad. Para ahorrar agua, procura utilizar el lavavajillas sólo a plena carga.

Elije el programa adecuado a la suciedad de la vajilla. Usar un programa largo para una vajilla poco sucia significa un despilfarro de energía y agua. Tampoco es necesario que laves los platos antes de ponerlos. Eso si, que no hayan restos de comida, claro.

Algunas funciones que te recomendamos:

Protección antidesbordamiento: indispensable:Los últimos modelos de lavavajillas son aparatos muy bien equipados, con muchos programas y opciones de funcionamiento. Sin embargo, no todas las funciones son igualmente útiles. Nuestro consejo es que valore la presencia de sistemas «aquastop», antidesbordamientos y contra las fugas de agua.

La mayoría de los lavavajillas llevan tuberías dobles: si se produce una fuga en la tubería interior, el goteo queda retenido por la cubierta exterior. Algunos modelos más sofisticados disponen de un flotador que pone en marcha la bomba de desagüe, si el agua de la cubeta supera cierto nivel. En los lavavajillas más completos, la válvula recibe además la orden de cortar la entrada de agua.

El lavavajillas se toma su tiempo: La duración del lavado es otra cuestión que debe tenerse en cuenta a la hora de elegir un lavavajillas. Nuestros análisis han demostrado que, en muchos lavavajillas, la duración del programa normal es excesiva, pues ronda las dos horas y media. Y si se decanta por el programa ECO, el lavado puede prolongarse aún más. Fíjses en lo que indican las instrucciones del lavavajillas en ese sentido.

En cualquier caso, hay progrmas más rápidos: si la vajilla no está muy sucia y los restos son recientes, un programa corto puede ser suficiente.

Cuida el lavavajillas y mejorarás su eficacia

  • Sea cuidadoso al colocar la vajilla en el lavavajillas. Procure separar bien los platos, que no se toquen entre sí; ponga las zonas cóncavas de los cacharros hacia abajo (así no se acumula agua). Compruebe que las aspas giran sin tropiezos. Si tiene cestillos con tapas perforadas para los cubiertos, úselos, mejoran la limpieza.
  • Revise los niveles de abrillantador y sal del lavavajillas, y rellene los depósitos cuando sea necesario.
  • En todos los modelos se puede regular el descalcificador según la dureza del agua. Si vive en una zona de aguas duras, prográmelo para que se regenere con mayor frecuencia. Consumirá más sal, pero mejorará la limpieza y alargará la vida del lavavajillas.
  • Mantenga los filtros del lavavajillas siempre limpios. Procure al menos eliminar los restos más gordos después de cada lavado. La acumulación de suciedad en ellos genera problemas de lavado y gasto superfluo de energía. Un par de veces al año, también es conveniente desatornillar las aspas para limpiar las ranuras (¡es más fácil de lo que parece!).
  • Una vez terminado el programa de lavado, deje la puerta del lavavajillas cerrada al menos media hora. Si se abre rápido, los platos se enfrían rápidamente y se produce la condensación del vapor. Sin embargo, en el lavavajillas cerrado, el calor contribuirá a que se evaporen los restos de humedad.

Fíjese en las cestas

Estudie el diseño de las cestas del lavavajillas. El fondo no debe ser demasiado abierto, para que no se cuelen las piezas pequeñas o los mangos de los cacharros. Los soportes para los platos deben ser capaces de sostenerlos bien separados, con espacio para que circule el agua.

Un cestillo portacubiertos con divisiones o, mejor aún, una bandeja independiente para cubiertos mejorarán la limpieza de los cubiertos.

Es práctico que la cesta superior del lavavajillas se pueda regular en altura. Mejor si es mediante un sistema de clips, ya que los que llevan unas ruedecitas obligan a sacar la cesta para realizar el ajuste.