La instalación de la placa es fácil si llevas un orden. Si las medidas de la nueva placa coinciden con las de la anterior solo habrá que ajustarla a la encimera. Si es necesario ampliar o realizar un nuevo hueco, este debe ser más pequeño que la pieza que se empotrará para ésta se pueda apoyar sobre la misma. Además, hay que asegurarse de que la base del enchufe y la clavija son específicas para este tipo de placas.

Primero desconecta la toma de corriente. En la mayoría de los casos, el sistema eléctrico de la cocina incorpora un fusible independiente al del resto de la casa. Después  comprueba si la placa instalada está fijada o no al mueble y se extrae. A veces está siliconada a la encimera y hay que usar un cuter para sacarla. Si es independiente, retirarla será sencillo; si está empotrada, habrá que aflojar los cuatro tornillos con los que está fijada al interior del marco de la puerta del horno. Tras sacar los fuegos del módulo, hay que soltar las conexiones que unen sus cables a los de la placa y hacer lo mismo con las pinzas de sujeción del interior del mueble.

Aunque es recomendable instalar una placa de la misma medida que la anterior, puede que el tamaño de la nueva sea mayor, por lo que hay que ampliar el hueco. En función del material de fabricación, puede ser necesario recurrir a un marmolista o a un carpintero.

Si la placa que se colocará es de inducción, es imprescindible dejar detrás del mueble una apertura de, al menos, 20 mm para que recircule el aire caliente que sale de la placa de inducción tras refrigerar la electrónica. Quizás prefieras colocar unas rejillas de ventilación como las de la foto. Si el espacio es el correcto, solo hay que ajustar las pinzas que sujetarán la nueva placa.. Para ello, hay que atornillarlas por debajo del hueco practicado en la encimera.

Luego se restablecen las conexiones. Hay que tener en cuenta que en este tipo de instalaciones se debe utilizar un cable de 6 mm de sección. El térmico ha de ser de 25 A y la base del enchufe y la clavija deben ser específicas para este tipo de placas.

Por último, se centra en el hueco y se fijan los tornillos al marco del horno o a los cantos del armario. Ahora la mayoría de placas no llevan tornillos y se fijan solo por la presión.

En ocasiones, cuando se realiza un cambio integral de la cocina, es necesario practicar un hueco para acoplar la placa al ras de la encimera.

El hueco que hay que realizar debe ser más pequeño que la pieza que se va a empotrar

Por lo general, la placa dispone de una plantilla para realizar el calado. En caso contrario, el calado o corte tiene que ser unos centímetros menos que el borde exterior de la placa para que esta se apoye sobre la encimera.

Tras medir la pieza que se ha de insertar, se dibuja entre los límites que se acaban de marcar y se hace un agujero con un taladro en cada uno de los cuatro vértices. La broca  utilizada debe ser más grande que la hoja de la sierra de calar.

A continuación, se introduce la sierra en los agujeros y se realizan cuatro cortes rectos en las marcas. Por último, se impermeabilizan los cortes de la encimera con silicona transparente. Este producto se puede extender con una espátula o con los dedos mojados.

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