Cash flow o flujo de caja
El cashflow, o el también llamado “flujo de caja” es un indicador en el que se suman los beneficios, las amortizaciones y las provisiones en un periodo determinado. Así, a través del cashflow intentamos concretar las disponibilidades financieras que tiene nuestra compañía. Es decir, el efectivo que una empresa es capaz de generar en un periodo dado o, lo que es lo mismo, la capacidad que tiene una empresa de generar liquidez y, en consecuencia, de hacer frente a los pagos que van surgiendo.
- Fórmula: EBITDA – Cambios en el Capital de Trabajo – Gastos de Capital
- Ejemplo: Si el EBITDA es 200,000€, los cambios en el capital de trabajo son -10,000€ y los gastos de capital son 50,000€, el flujo de caja operativo es 200,000€ – (-10,000€) – 50,000€ = 160,000€.
Cash flow se refiere a la cantidad de efectivo que entra y sale de una empresa o negocio. El flujo de efectivo puede ser positivo o negativo, dependiendo de si la empresa está generando más efectivo de lo que está gastando o viceversa. El flujo de efectivo es importante porque indica la capacidad de una empresa para pagar sus obligaciones a corto plazo y para realizar inversiones a largo plazo. Este es el dinero que necesitas para mantener tu negocio funcionando sin problemas. Se calcula restando tus activos circulantes (como efectivo, cuentas por cobrar e inventario) de tus pasivos circulantes (como cuentas por pagar). Si tienes 5.000 euros en efectivo, 3.000 euros en cuentas por cobrar y 2.000 euros en inventario, y debes 4.000 euros en cuentas por pagar, tu capital de trabajo sería 6.000 euros (5.000 + 3.000 + 2.000 – 4.000).
El cash flow se divide en tres categorías:
- Cash flow operativo: es el efectivo generado por las operaciones de una empresa, es decir, las ventas y los gastos de operación.
- Cash flow de inversión: es el efectivo generado o utilizado en las inversiones a largo plazo, como la compra de maquinaria o propiedades.
- Cash flow financiero: es el efectivo generado o utilizado en las actividades financieras, como la emisión de bonos o la obtención de préstamos.
Una buena gestión del cash flow es esencial para el éxito a largo plazo de una empresa.