Ley de Parkinson

La ley de Parkinson es un principio de la administración que establece que el tiempo disponible para completar una tarea tiende a expandirse para llenar el tiempo disponible para completarla. Esto significa que a medida que una tarea se prolonga, el trabajo se expande para llenar el tiempo disponible, lo que puede llevar a un aumento de los costos y una disminución de la eficiencia.

Un ejemplo de cómo se podría aplicar la ley de Parkinson en una empresa podría ser  el desarrollo de un nuevo producto.

  1. Se establece un plazo de 6 meses para desarrollar un nuevo producto.
  2. A medida que el equipo de desarrollo comienza a trabajar en el producto, se dan cuenta de que hay varios problemas técnicos que deben resolverse.
  3. A medida que se resuelven los problemas técnicos, el equipo comienza a agregar características adicionales al producto, con la idea de que tienen tiempo suficiente para hacerlo.
  4. A medida que se acerca la fecha límite, el equipo se da cuenta de que no han terminado el producto y que se han expandido para llenar el tiempo disponible.
  5. Como resultado, el producto se lanza con retraso y con costos adicionales debido al tiempo y recursos adicionales que se gastaron en el proceso de desarrollo.

En este ejemplo, la ley de Parkinson se aplica para ilustrar cómo el tiempo disponible para completar una tarea tiende a expandirse para llenar el tiempo disponible, lo que puede llevar a un aumento de los costos y una disminución de la eficiencia.

Es la teoría que afirma que las personas aumentan su consumo de un recurso para cumplir con el suministro. Por ejemplo, cuanto más tiempo tengas para un proyecto, más te retrasarán y tardarás en terminarlo. Cuanto más dinero tenemos para gastar, más gastamos. Cuanto más tiempo tenemos para un proyecto, más dedicamos. A mayor recurso, mayor gasto. La solución para este comportamiento es ridículamente simple: limita el recurso y limita el uso que haces de él. Por ejemplo, cuando después de cobrar, apartas un 10% de tu ingreso para ahorro y lo escondes en otra cuenta bancaria, tienes menos dinero para gastar y adivina que pasa. ¡Nada! Bueno sí, qué consecuencia de tu nuevo método consigues ahorrar y mejorar. Además, a menos recursos, mayor eficiencia ya que aumenta la creatividad y productividad.