Tenerlo queda de coña tenerlo pero, ¿realmente te funciona?

¿Ganas dinero en tu empresa? ¿Funcionas bien? ¿Tienes un sistema que permita hacer crecer tu pyme con cierta naturalidad?

Si la respuesta es que sí, probablemente no te haga falta leer esta nota.

Si por contra, vas justo de caja, lo pierdes o estás cansado de repetir las mismas instrucciones una y otra vez,  es que hay una de estas cinco cosas que deberías mejorar (son mis ya conocidas cinco E’s). Tal cual como si de una manita se tratase, por orden, son:

  1. Tener ENTUSIASMO. Tu energía te hará siempre vender más.
  2. Tener una buena ESTRATEGIA.
  3. Saber de EJECUCIÓN, (hoy va de Ejecución ya que voy a hablar cuatro minutos del organigrama).
  4. Tener y dominar a tú EQUIPO.
  5. Disponer de EFECTIVO. Sin pasta en la caja, estás muerto. Dominar los números, en resumidas cuentas.

 

El problema:

¿Cuántas llamadas haces o correos mandas antes de localizar a la persona que te va a resolver un problema en tú empresa?

¿Tu gente sabe a quién y cómo dirigirse cuando necesitan ayuda? Ídem clientes y proveedores.

¿Tienes organigrama? Con sus descripciones de puesto de trabajo, sus objetivos, sus métricas.  Si no, no vale. Si, no, ¿por qué?

¿Cuánto hace que lo hiciste? ¿Qué pretendías con ello? ¿Te ha dado resultado?

¿Qué has pensado hacer para adecuar tu organigrama al resultado que esperas de tu negocio? Hoy, mañana y dentro de uno o dos años.

¿Te va bien así? Seguro que algo siempre podemos mejorar.

 

¿Para qué tener organigrama si somos pocos y aquí todo el mundo sabe lo que hace?

¿Te suena? En todos estos años que llevo como consultor, he sufrido uno de los males endémicos más graves de las empresas, no solo de las Pymes que podría justificarse por el tópico de que vamos siempre deprisa y no tenemos recursos, sino también en grandes empresas multinacionales que aún teniendo medios, nadan en la mediocridad y uno no sabe a quien debe pedir las grapas cuando se acaban o quién es el responsable de comprar de forma urgente ese recambio de una máquina de la línea de producción averiada. En fin.

Quizás en tu empresa no pasa pero muy a menudo veo organigramas complicados que parecen más un mapa de caminos por una selva aún sin descubrir, sin apenas señalizar, que no una buena autopista.

Personas complicadas, organigramas complicados y organigramas complicados, llevan siempre a la confusión. Y esa confusión se traduce en ineficiencia para hacer mover nuestro negocio rápidamente y en la buena dirección. Nos hace caros, lentos y perezosos. Todo ello va en contra de lo que hoy necesitamos, ¡ser ágiles!

 

La solución: Sí o sí hay que tener un buen organigrama e ir adaptándolo a las necesidades de nuestro mercado.

El organigrama es la clave de tu EJECUCIÓN en la empresa. Te recuerdo que el 80% de los objetivos se incumplen no por una mala estrategia sino por no saber actuar convenientemente. Fallamos en la ejecución.

Si tu mercado cambia rápido, nuestra organización debería cambiar a la vez, ¿no crees?

Como líder o dueño de negocio, no puedes permitirte dejar de cuestionar las cosas y el organigrama de tu empresa es clave para que ganes dinero y tu empresa funcione bien.

 

Si nuestra estrategia está clara y tenemos buen talento, ¿por qué ir a 70 Km/hora cuando podemos ir a 120 por la izquierda adelantando a los rezagados o quejicas despistados?

Afortunadamente en las micro pymes (menos de 10 trabajadores)  todo es mucho más fácil y rápido (alguna ventaja hemos de tener por nuestro menor tamaño). Pero en cuanto una empresa supera los 15 ó 20 empleados, no me preguntes porqué, pero se lía. Empezamos a enredar las cosas y a complicar la estructura. Es como si siendo cinco de familia y teniendo un coche de cuatro puertas, ahora nos compramos uno con solo dos y, claro, para entrar y salir nos pisamos los unos a los otros y nunca tenemos claro quien se sienta delante y quien detrás. Nos conviene una buena furgoneta de siete plazas, ¿no ?

Cuando yo pienso en un organigrama ideal, me viene a la cabeza un mapa de atajos que sea útil para todas las personas que trabajan en la empresa. Tengo un problema y sé quien me lo va a solucionar. Él o ella son los especialistas en mi problema y me van a AYUDAR. El camino más corto es que nos conectemos para compartir y a otra cosa, ¿No crees? AYUDAR. ¡Bendita palabra!

Pensar de esa manera te conducirá siempre a intentar buscar lo simple y cuando hablamos de un organigrama, se traduce en pocos niveles, pocos mandos; los justos, especialmente los intermedios que son aquellos que amplifican el ruido y la confusión que tiene el dueño del negocio. No porque sean malos sino por que la propiedad peca de falta de claridad y no sabe comunicar. Pocos y buenos. Y bien pagados, por cierto.

En definitiva, lo que quería decir hoy es que el organigrama de una empresa es la llave maestra  a la comunicación dentro del negocio y su buen o mal diseño responde a la lógica de mando que tiene el dueño en su cabeza. De su diseño dependerá no solo la calidad y precisión en nuestra ejecución sino la velocidad en la que hacemos las cosas. Es como si un CEO no tiene agenda. ¿Tu tienes agenda? ¿Verdad que la usas? Pues piensa que como dueño de negocio administras el 100% del tiempo diario de tu gente y que gracias al organigrama puedes conseguir que la máxima cantidad de eses tiempo se enfoque en dar el mayor valor al cliente. Ni más ni menos.

Hay que tener claridad de lo que queremos para plasmarla en el diseño de nuestro organigrama ideal. Eso se ve enseguida en una empresa. Claridad.

Moraleja: Ten un sistema para diseñar y mejorar permanentemente tu organigrama. Escucha a tus empleados y clientes. Paséate permanentemente por la empresa y deja a un lado tu ego  y verás que es mucho más sencillo llevar tu propia agenda que tener un secretario que te lo haga. Experimenta con algunos cambios y rediseña o cambia aquello que veas que no va bien.

 

Ahora ya te resumo mi lista de 5 errores a evitar:

  1. No tener Organigrama o tenerlo solo para que quede bonito.
  2. No redactar ni comunicar la Descripción depuestos de Trabajo (DPT).
  3. No fijar Objetivos por área, proceso, departamento y persona. Sin ello no podrás ni pedir responsabilidades ni evaluar el rendimiento.
  4. No fijar KPI’s (métricas de gestión) que te permitan evaluar el rendimiento del personal.
  5. No experimentar ni actualizarlo permanentemente.

 

Si quieres obtener mejores resultados, debes mejorar el uso que haces de tu organigrama. Punto pelota. La comunicación es el arte de hacerse entender y en una empresa, el organigrama, es la mejor herramienta para conseguirlo. Haz las cosas sencillas para ti y también para tu gente.

Hacer las cosas fáciles y sencillas es una  virtud. Pero eso que parece tan sencillo, pasa pocas veces. De ti depende que hagas que suceda;)

Soy Álvaro Navarrete de Superpyme y estoy aquí para ayudarte a ganar dinero en tu empresa.

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Happy Day y hasta el siguiente post.

alvaro@superpyme.es