#112. Quejarse demasiado es un coñazo. Especialmente para los demás.

No seas quejica. La fórmula de la simpatía es muy fácil. Divide el número de veces que haces reír a la gente por el número de veces que te quejas.

Antes de dormir, haz el cálculo. Como salga menos de uno, pringas y pagas la siguiente ronda de cervezas, ¿trato hecho?