Del 1 al 10, ¿qué nota pondrías a tus relaciones con respecto a tus objetivos?

¿Sin interés, no hay relación? ¡Menuda revelación!

Aunque suene a perogrullada, me costó años pillar que el interés marca la diferencia en las relaciones. No tanto en ello sino en que al saberlo, podía potenciar aquellas relaciones en las que tenía mayor interés y desinvertir en las que no.  Desde entonces, tengo mi propia lista de relaciones, y te aseguro que cuando una falla, siempre es por falta de interés. Y lo contrario, a mejor resultado, mayor alineamiento del interés de las partes. Entonces, ¿en qué se basa el interés en las relaciones? Piénsalo un segundo.

Ah, las relaciones de negocios, ¿qué intereses buscamos en ellas? ¿Qué resultados obtienes a día de hoy? La respuesta es clara y contundente: buscamos resultados. Queremos stakeholders que nos ayuden a alcanzar metas, que aporten su capital, sus habilidades y conocimientos, su red de contactos, y que estén dispuestos a trabajar en equipo para lograr el éxito. Mi éxito. Nuestro éxito. Es así de simple.

En pocas palabras, las relaciones de negocios se fundamentan en el interés mutuo de obtener beneficios tangibles en un plazo. Buscamos socios que compartan nuestra visión y estén comprometidos en lograr resultados concretos. En este mundo apasionante, el interés es el motor que nos impulsa hacia el éxito.

Así que ya lo sabes, no tengas relaciones sin interés. Es perder el tiempo. Elimínalas como lo harías de un grupo aburrido de wasap. Busca esas conexiones que te motiven, que te hagan avanzar hacia tus metas. Cuando las encuentres, dí claramente a la otra persona cual es tu interés. Como si hicieras un matching en Tinder pero de negocios. Apunta alto, cuanto más alto, mejor. Porque al final, sin interés, no hay relación. Y nadie quiere eso, ¿verdad?
Si lo haces, convertirás tu pyme en SuperPyme.