En un mundo de excesos, ¿qué nos enseña Diógenes sobre la importancia de la sencillez?

Un día cualquiera durante el año 300 y pico a.C., Alejandro Magno, el Steve Jobs de su tiempo, se cruzó con Diógenes, un filósofo minimalista que no tenía ni LinkedIn, ni cuenta en Amazon ni TikTok. Alejandro se planta delante de él y le dice todo chulo: «Pide lo que quieras y es tuyo». Diógenes, en plan relax bajo el sol, le contesta: «Aparta, no me tapes el Sol». ¡Zasca! Lección de humildad para el hombre más poderoso del momento. Alejandro, que no se lo esperaba, admite: «Si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes».

Moraleja: Incluso un conquistador necesita una lección de humildad de vez en cuando.

Ahora, pongámonos en modo siglo XXI, en la oficina 🏢. Este intercambio histórico es oro puro para cualquier líder:

  • No te flipes 🙅‍♂️: Aunque mandes, no siempre tienes la clave del éxito para tu equipo. A veces, lo mejor es darles espacio 🚀.
  • Fomenta el vuelo solo 🕊️: La gente necesita sentir que controla su destino. No te pongas en modo control freak 🚁.
  • Menos es más ✂️: Diógenes lo tenía claro: «No me compliques la vida». En el curro, a veces la solución más simple es la ganadora 🎯.
  • Acierta en lo que importa 💡: No todos valoran lo mismo. Conoce a tu equipo y lo que les hace brillar ☀️.
  • No subestimes 👀: Cada miembro del equipo tiene su magia. Reconócela ✨.
  • Lidera con corazón 💖: Comprende lo que realmente necesitan y quieren tus compañeros, no lo que tú piensas que deberían querer ❤️.

Inspirándome en mis mejores clientes de Super Pyme, he observado que aquellos que ejercen su liderazgo con humildad, que valoran la sencillez sobre el exceso, y que proporcionan espacio para que otros ‘no sean tapados por el sol’, son los que realmente prosperan.

«Empresa de ricos, debe parecer de probres», decían mis abuelos.

Ser jefe no es solo dar órdenes o repartir premios. Es entender y valorar las necesidades de cada uno y, a veces, lo mejor que puedes hacer es asegurarte de no «tapar el sol»  a los demás. Dejarlos crecer. Plantear más preguntas y no tanto dar respuestas. Enseñar a pensar.

Y sí, todo esto suena a la leche de difícil de conseguir. Pero entre Diógenes y Alejandro Magno podríamos estar cualquiera de nosotros, ¿no? 🤔 Entre la sencillez y la grandeza, cada día elegimos nuestro rol. La gracia está en encontrar el equilibrio, no perder nuestra verdad , y recordar que, a pesar de los desafíos, buscar la grandeza personal es un viaje que vale la pena hacer. 🚀