Desde el primer día que venimos al mundo, negociamos. Al llorar no pretendemos otra cosa que llamar la atención de nuestra madre para que nos de el pecho y nos proteja.

En la vida si no sabes negociar, no llegarás muy lejos.

 

  1. Conoce el poder de tu contrario: Antes de una negociación, investiga y comprende la posición y los recursos de la otra parte. Esto te permitirá determinar tu propio poder en la situación.
  2. Ser asertivo: Durante una negociación, habla con claridad y confianza sobre tus objetivos y límites. Esto te ayudará a mantener una postura fuerte sin ser agresivo.
  3. Ten tus objetivos claros: Define tus objetivos antes de la negociación y mantente enfocado en ellos durante el proceso. Escríbelos.
  4. Sé flexible: Acepta la posibilidad de soluciones diferentes a las que inicialmente tenías en mente. Ser abierto a nuevas ideas puede llevar a un acuerdo más satisfactorio para ambas partes. Recuerda siempre “que la suma de cerebros, multiplica el resultado”.
  5. Identifica intereses comunes: Durante la negociación, busca formas de satisfacer tanto tus necesidades como las de la otra parte. Acuérdate del Win-Win (gano-gana, ganamos.)
  6. Mantén la calma: Mantén la compostura y la concentración en todo momento, incluso cuando la negociación se vuelve tensa.
  7. Escucha activamente: Presta atención a las necesidades y deseos de la otra parte, y trata de entender sus perspectivas.
  8. Conoce cuándo cerrar un trato: Reconoce cuándo un acuerdo es razonable y cuándo es hora de finalizar la negociación. No te rindas ante una solución que no es adecuada para ti.
  9. Nunca des la sensación de tener necesidad por cerrar un trato: En cuanto tu adversario lo detecte, estás muerto (metafóricamente hablando).