Imagínate que tú y yo estamos sentados en el despacho, con un café en la mano, y me haces esa pregunta:

«Álvaro, estoy cansado del negocio y he pensado venderlo. ¿Cuánto vale?»

Te miraría y diría,

«Bueno, es como preguntar cuánto vale un tesoro sin abrir el cofre. Depende de un montón de cosas.»

Primero, le daría un sorbo al café y empezaría con algo así como:

«Mira, tu empresa vale lo que alguien esté dispuesto a pagar por ella, pero eso suena a respuesta de abogado, ¿no? Vamos a desmenuzarlo un poco.»

«Piensa en tu empresa como si fuera una máquina de hacer dinero. Lo primero que mira la gente es cuánto dinero esperan que esa máquina genere en el futuro. Esa es la clave del asunto. Pero calcularlo no es tan sencillo; hay que pensar a qué velocidad está creciendo, cuán estable es ese crecimiento, y cuán único es tu negocio en el mercado

Luego, quizás mientras jugueteo con la taza de café, añadiría:

«Hay diferentes maneras de ponerle número a eso. Una forma es el descuento de flujos de caja, que suena complicado, pero es como intentar predecir cuánto dinero va a generar tu empresa en el futuro y luego calcular cuánto vale ese dinero hoy. Claro, necesitas una bola de cristal bastante buena para eso.»

«Otra manera es mirar alrededor y ver qué están pagando por empresas similares a la tuya. Un año de tus ventas, cinco del beneficio, … Es como cuando ves cuánto se venden casas en tu barrio para tener una idea de cuánto podrías conseguir por la tuya.»

Y para terminar, mirando el café, diría,

«Pero no olvides, que el valor también está en lo tangible, lo que no se ve es lo que más vale. Su cultura. También tus activos, los equipos, propiedades, pero también hay valor en lo que no se puede tocar, como tu marca, la lealtad de tus clientes, el equipo directivo o cómo son de buenos tus empleados.»

 

Amigo, valorar una empresa es un arte. Lo mejor es combinar varios métodos y hablar con un experto que pueda mirar todos los ángulos. Luego ir a buscar al «mirlo blanco» que más esté dispuesto a pagar por ella, aún es más arte.

¿Más café?