Tengo como norma no chismorrear ni permitir que se haga. ¿A quién le gusta recibir críticas a sus espaldas? ¡A nadie!

A mí me lo enseñaron en casa. Recuerdo que mi madre de pequeño me clavó su mirada y me dijo: «Imagina cómo te sentirías si alguien dijera algo así de ti. No querrás hacer sentir mal a tu amigo, ¿verdad?». Ya se me quedó para siempre.

Ser una persona eficaz implica construir un entorno positivo, hablando bien de los demás, incluso de los jefes.

Prueba de hacer todo lo contrario. Hablar bien de los demás cuando no están. ¡Fliparás!

Al elogiar y resaltar las fortalezas de los demás en conversaciones privadas, generas confianza y un buen ambiente. Esto crea una cultura de transparencia y aprecio mutuo que impulsa la productividad y el éxito.

 

Cuando tengas dudas, mejor cállate, en lugar de criticar o chismorrear.

 

Mueve el culo y practica el chisme inverso. ¡Pásalo! 👇