No te arruinas por no tener dinero. Te arruinas cuando dejas de pensar

Le preguntan a Bill Gates en una entrevista en Netflix:

¿cuál es su mayor temor en la vida?

Y después de tres segundos de silencio —de los de verdad—, va y dice:

“Perder mi capacidad de pensar.”

Un tío con 130.000 millones de dólares en la cuenta y veinte años entre los cinco más ricos del mundo y su mayor miedo es apagar el cerebro.

¡Bum!

Ahí me hice la pregunta del millón:

Álvaro, ¿cuánto tiempo de calidad dedicas a pensar?

Porque es verdad: El verdadero colapso no es el económico. La ruina empieza siempre en la cabeza, no en el saldo del banco.

Cuando apagas el cerebro, el mundo se te cae encima. Es como cuando haces un sofrito, te despistas un segundo… y se te quema. No por falta de ingredientes, sino por no estar donde tienes que estar.

Lo he vivido y lo he visto en decenas de personas con las que he trabajado.

Siempre empieza igual: ruido mental, prisas, sensación de estar atrapado.

Y solo hay dos salidas:

o te estrellas y aprendes a base de golpes,
o alguien te acompaña y te ayuda a pensar con claridad y te saca del lío. El segundo camino es siempre el mejor.

Y para eso, hay que parar.
Pensar.
No hacer más.
Hacer menos, pero mejor.

Perder dinero no arruina. Perder claridad, sí.

Un ejemplo, o dos: Piensa en quien pierde fortunas y las vuelve a levantar. Y en quien gana la lotería… y lo pierde todo en dos años. La diferencia no está en la cuenta. Está en como usan lo que tenemos encima de la nariz.

Cuando dejas de pensar, dejas de construir. Y si no construyes, el dinero no llega.

¿Y qué es pensar?

Es parar el piloto automático.
Es observar.
Es hacerse buenas preguntas.
Es buscar respuestas en equipo y sumar cerebros para multiplicar resultados.
Es dejar de reaccionar… y empezar a decidir con sentido.

En resumen, que tu mayor activo no es tu facturación ni el Cash Flow libre. Es tu cabeza. Úsala pensando.

¿Tú qué vas a hacer hoy para entrenarla?

Si notas que tu cerebro no arranca, escríbeme a hola@alvaronavarrete.com con el asunto “Estoy en modo avión”, y te explico las tres cosas que hago yo para que tu pyme funcione en piloto automático sin tener que pensar.

Sin gurús. Sin Red Bull. Sin frases de Mr. Wonderful. Solo lo que a mí me funciona.

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